Eres el ser a través del cual llegamos a esta vida
Al nacer, arriesgaste tu vida por la mía.
El cordón umbilical por el cual me alimentabas en tu vientre,
no se cortó del todo al nacer, pues
es una conexión de amor que perdura para siempre.
Porque las raíces de mi ser permanecen en tu vientre.
Madre no solo nos amamantaste con tu pecho,
también nos protegiste y cuidaste cada día.
Trabajaste arduamente para que no nos faltara nada.
Eres esa mujer virtuosa de alta estima y valor.
Fuerza y honor son tus vestiduras.
Y porque a tu sacrificio lo llamas amor,
por eso no hay amor más grande que el tuyo.
Solo Dios compara su amor con el tuyo.
Mandamiento de Dios es honrarte,
y Dios nos bendice con larga vida por amarte.
Tus consejos de amor valor y tu ejemplo son tu mejor legado.
Y cuando no estas presenten para cuidarnos y guiarnos,
Tu oración traspasa fronteras y nos alcanzan.
Porque no hay oración más poderosa que la tuya, madre.
Mayra Santos