
Cuando estuviste desolada, desordenada
y vacía, fuiste separada del abismo
Para producir la hierba verde que dan semillas y los árboles frutales.
Los animales y las bestias del campo se alimentan de tus pastos y
beben del agua de tus manantiales.
Tomó de tu polvo y creó su obra maestra, semejante asimismo.
Nos hizo multiplicar y llenarte, para gobernar y cuidarte.
Así como una madre produce leche para alimentar su cría,
Así produces tú para alimentarnos día a día.
Si tus árboles nos alimentan, nos dan sombra y protección,
tus flores nos embellecen ¿Cómo no hemos de cuidarte?
Pero si comieres del fruto prohibido, de El te separarías
Si tus hijos se han ido tras el fruto que lleva a la destrucción, al
abismo y al vacío ¡no llores Madre Tierra, no llores Madre Mía!
De tu polvo fuimos formados y a tu polvo regresaremos algún día.
Y Él escuchará tu gemir y te sanará ¡Oh Madre Tierra, Oh Madre Mía!
Mayra Santos
